18/11/09

Secuestro S.A.

Max tiene 23 años y una sesera chispeante y veloz, aunque las cosas no resultan demasiado fáciles para él: estudia medicina, trabaja 8 horas diarias en una agencia de publicidad y lidera la más graffitera de las bandas punks: Secuestro.
-A mí no me copa ir a las marchas. En las doce primeras que fui caí un par de veces en cana y estuve en una mala situación: lo que pasa es que estas marchas son contra la policía, y el primero que pega es el policía.
-¿Y la toma de casas?
-El squat tiene toda una cosa detrás: es tomar una casa pero porque se está en contra de la propiedad, el robo del alquiler, el alumbrado y barrido, contra todo eso. Acá hay algunos squatters, pero la mayoría es gente que no tiene donde vivir y se mete en una casa en San Telmo. Yo prefiero, a las marchas, transformar personas de un grupo. Transformó más, a miles de generaciones Sui Generis, Charly García y Serú Giran que un par de pelotudos que tiran petardos en el medio de una plaza.
Pasa en las mejores familias: Secuestro, sonríe un grafitti. Los tienen para todos los mitos y leyendas argentinas y muchos guardan reminiscencias del Mayo francés:
Argentina potencia usará Gimonte; Combata al Sida: suicídese; Masturbación o dependencia; Mi psicóloga es una histérica; Estado: lento suicidarse de todos; Privatizar las bolas de Alsogaray; Yo no quiero poder sino seducir; Desgano general, regale cocaína.

-¿Sos individualista, Max?
-No, pero me sigo moviendo con la lógica del grupúsculo.
La lógica de la acracia, como gustaba nombrar Francisco Umbral, teórico y práctico de la movida española, al movimiento anarquista de los ’80.
La A de Anarquía, para Paco, es el botón perdido de la última juventud, el eslabón perdido entre las generaciones anteriores y la más reciente, en los Metros, las fachadas de Banco y las plazas de Nueva York, Berlín, París, Barcelona, Madrid o Buenos Aires. Lo que vive dentro de ese círculo anarco, se relame Paco Umbral, Más que una letra, dice, es un hombre o una mujer joven con las piernas abiertas.

Nota realizada por Laura Ramos.

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